Aquella tarde nos preguntábamos qué era la vida. Por qué, cómo, cuándo y dónde. Todo este tipo de dilemas existenciales vagaron por nuestras cabezas durante años, y cada vez lo tenemos menos claro, la verdad. Lo único que sé es que no sé nada. Gran contradicción, como tú y como yo. Todo lleno de contradicciones que no querían decirnos a dónde vamos, ni de dónde venimos, ni tampoco cómo sería aquel fin de semana de Carnaval. Ahora todo eso no importa. Sólo sé que la vida es algo que hay que morder, en cada boca tiene un sabor, tus huesos no los tapa mi piel.
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