miércoles, 21 de marzo de 2012

COMO NIEVE DE MARZO.

























Llegaste como aquella nieve de marzo. Inesperadamente, después de tantos intentos fallidos. Inesperado, pero a tiempo. Más tarde que pronto, pero a tiempo. Tan intenso como efímero. Como siempre y como nunca. Después de un largo invierno, de desencuentros, de frío y pies helados. Y ahora, entre sol y algunas gotas, apareces. Y yo tengo dudas. Llenaste de eneros mi primavera, después de dar tanto y tan poco, igual que nieve de marzo.

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