sábado, 14 de abril de 2012

8.
























Vio su esfuerzo caer a un pozo sin fondo.
Quizás la cabeza le estaba jugando una mala pasada, quizás le estaban pudiendo las ganas, pero ya todos sabían que no cambiaría de opinión.
Te cambio treinta y dos kilómetros por dos horas perfectas y una semana entera de sonrisas.
Atravesar las nubes y llegar a la luna no suena tan bien cuando se mira desde arriba. Demasiado bonito para ser verdad. Que a nadie le gusta levantarse de la cama con los ojos hinchados.
Dejó de intentarlo. Tomó la decisión correcta, pero avanzar por el camino fácil nunca fue plato de buen gusto.


Conformarse duele, que me lo digan a mí.

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