viernes, 7 de diciembre de 2012

Degeneración espontánea.

UNO

Qué más da si prefiero vagar entre las páginas de Zafón
mientras te dejas llevar por la bebida.
Si decido no seguir el ritmo que plantea
esta generación perdida,
que busca en los bares la salida, tras no encontrar el camino,
cual bala perdida sin dirección
errando el disparo a su objetivo.
Sin saber que este humo lo respira el tiempo,
llevándose este momento para siempre.
Sin curar la herida de no saber el por qué de tanta prisa
por sumar años a la apariencia
para restarlos a la vida y a la mente.



DOS

Aquella noche de lluvia
se respiraba humo y angustia,
por mi parte,
en aquel sitio.
De su boca, un cigarrillo.
¿Quién consume a quién?
Transpiraba rebeldía por todos
y cada uno de los poros de su piel.
La ceniza caía al suelo
junto con su juventud quemada,
mordiendo el anzuelo
de la mayoría.



TRES

Entre mi eterna confusión
solamente una idea tengo
clara como el primer día.
Oscuridad por exigencia.
Luz desde siempre.
Aquellas frías mañanas
pisando su suelo.
Ilusión desmesurada.
Obsesión leve.
Sed.








1 comentario:

  1. Esta entrada es genial! Menuda artista estás hecha...;)

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